Quedé enganchado en sábanas de seda
y el viento cubrió mi desnudez.
Hilos de plata caliente surcaban mi cuerpo
cuando sobre mí derramaste tu suspiro espeso
haciéndome estremecer.
Después el viento se retiraba.
Dos hombres yacen abrazados
y un susurro les recorre el alma
temiendo a su realidad volver.
Un imposible les une,
una esperanza tal vez.
Hora de partir.
Uno se queda inundado de olor,
el otro se marcha,
mas lleva de su amante el alma en la piel.
y el viento cubrió mi desnudez.
Hilos de plata caliente surcaban mi cuerpo
cuando sobre mí derramaste tu suspiro espeso
haciéndome estremecer.
Después el viento se retiraba.
Dos hombres yacen abrazados
y un susurro les recorre el alma
temiendo a su realidad volver.
Un imposible les une,
una esperanza tal vez.
Hora de partir.
Uno se queda inundado de olor,
el otro se marcha,
mas lleva de su amante el alma en la piel.
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