domingo, 29 de noviembre de 2020

Presentimiento

El fuego del volcán permaneció dentro de mí. Lo presentí, pero no quise admitirlo.
Aquellas rocas negras me tiznaron el alma y de nuevo comencé a sentir una vibrante melodía que ya creí olvidada. Lo presentí, pero no quise admitirlo.
Desde entonces, cada mensaje, cada saludo, cada palabra, cada visita, se iluminaron haciéndome temblar de ilusión y al final apareció el cariño, ¿cariño?, ¿tal vez algo más?, no sé, pero me siento a gusto y el caso es que lo presentí, pero no quise admitirlo.

Hoy sólo fueron un par de horas, pero lo justo para alegrarme el día. Te has quedado ya dentro de mí como el fuego de aquellas tierras ardientes que recorrimos juntos. Yo ya lo había presentido, pero aún me cuesta trabajo admitirlo.
Es una sensación que me gusta y no quiero perderla.