sábado, 3 de marzo de 2012

Serenidad

Creo que he llegado a un punto de equilibrio.

Siento que ambos brazos de la balanza han encontrado su justa carga y de esa forma la serenidad va invadiéndome por momentos.

No todo es blanco, tampoco negro; cominezo a percibir la maravillosa armonía de ese contraste. Poco a poco se van acumulando experiencias que, consideradas en su justa medida, sosiegan el cuerpo, pero también benefician el espíritu. Ahora sí que puedo decir que pasé a la otra orilla y la conozco y no la temo, porque intento no perder de vista mi horizonte.

Tal vez he comenzado a conocerme realmente y hasta ahora sólo trataba de asisrme deseperadamente a una idea que creía que iba a ser mi tabla de salvación... y... ¡¡NO!!: Mi tabla de salvación, mi idea, mi refugio, mi esperanza y toda mi vida está dentro de mí, ahora lo sé y sólo mirándome desde dentro estoy aprendiendo a conocerme.