martes, 19 de julio de 2016

Sopor

El verano avanza y el calor le envuelve en un letargo amodorrado, que sólo le da un respiro por las noches.
La calima actúa como un narcótico y pasa los días adormecido esperando a su príncipe azul que, con un beso, lo devuelva a la realidad.
Lo echa de menos y, aunque nunca lo olvidará, es consciente de que ese beso va a tardar en llegar, si es que llega algún día.

Mientras tanto, entretiene su tiempo bebiendo en otras fuentes que no le calman la sed como la que descubrió una calurosa tarde de verano hace ya algunos años.

4 comentarios :

  1. Quien sabe si algunas de esas fuentes efimeras llega para quedarse y elevarte a la cima de la montaña disfrutando de un nuevo horizonte mas bello del que nunca antes habias divisado,lleno de matices y colores deslumbrantes que iluminaran tu alma llevandote al extasis total

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  2. Puede ser, porque lo que en un principio nos paree eterno e inagotable, se va poco a poco consumiendo, muy a nuestro pesar, y va perdiendo fuerza por la distancia tanto física como en el tiempo.
    Gracias por tu comentrio.

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  3. Este blog derrocha sensibilidad por todas partes. No sé qué o quién será el motivo de tanta inspiración. Si alguna vez esa inspiración desaparece, me encantaría ser yo tu nueva inspiración, me tienes totalmente enamorado de ti. Algún día te diré quién soy, por si podemos llegar a conocernos.

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  4. Gracias por comentar y, por lo que deduzco, leer el blog. Cuando quieras conocerme sólo tienes que decirlo, aunque mi fuente de inspiración siga siendo la misma persona desde que lo conocí.

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