Aquí continúo sobreviviendo a los avatares que me presenta la vida.
Lo que es la percepción de las cosas. A veces la imaginación, o el deseo, te hacen ver lo que tú quieres ver, que no es lo que hay en realidad.
Así he vivido una experiencia que me ha llenado de ilusiones, de vida, de alegrías. Jamás había sentido emociones semejantes.
He estado hipnotizado por una serie de sentimientos que afloraban desde mi interior con todas sus fuerzas, atrapado en un torbellino de sensaciones maravillosas, ilusionado con un camino que yo sabía perfectamente que no me llevaba a ninguna parte, pero que yo creía que confluía con otro camino que venía hacia mí.
He estado como una mariposa revoloteando alrededor de una luz, atraído por su brillo. La luz no se ha apagado, no, ni quiera Dios que se apague, pero ha cambiado de color. Aunque tal vez su color siempre ha sido el mismo, pero yo había interpuesto un cristal que me hacía verlo diferente.
Ahora he de acostumbrarme a este nuevo color y duele... duele... y mucho.
Pero quiero seguir ahí, quiero seguir alrededor de esa nueva luz y he de conseguirlo.
Miraré de frente a la realidad y no pondré nada entre ella y yo.
Sólo me queda esperar el resultado.
Lo que es la percepción de las cosas. A veces la imaginación, o el deseo, te hacen ver lo que tú quieres ver, que no es lo que hay en realidad.
Así he vivido una experiencia que me ha llenado de ilusiones, de vida, de alegrías. Jamás había sentido emociones semejantes.
He estado hipnotizado por una serie de sentimientos que afloraban desde mi interior con todas sus fuerzas, atrapado en un torbellino de sensaciones maravillosas, ilusionado con un camino que yo sabía perfectamente que no me llevaba a ninguna parte, pero que yo creía que confluía con otro camino que venía hacia mí.
He estado como una mariposa revoloteando alrededor de una luz, atraído por su brillo. La luz no se ha apagado, no, ni quiera Dios que se apague, pero ha cambiado de color. Aunque tal vez su color siempre ha sido el mismo, pero yo había interpuesto un cristal que me hacía verlo diferente.
Ahora he de acostumbrarme a este nuevo color y duele... duele... y mucho.
Pero quiero seguir ahí, quiero seguir alrededor de esa nueva luz y he de conseguirlo.
Miraré de frente a la realidad y no pondré nada entre ella y yo.
Sólo me queda esperar el resultado.
No se puede luchar contra el destino, pero seguro que se pondrá a tu favor de nuevo.
ResponderEliminarSea quien sea (ojalá fuese yo) quien te tiene así, te echará de menos y volverá a ti.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras. No sé quien eres, pero parece ser que tús si sabes quien soy yo.
EliminarTranquilo, ese torbellino del que hablas volverá pronto a tu vida, volverán las mariposas, las buenas sensaciones y los mejores sentimientos.
ResponderEliminarLas personas como tú tenéis luz propia, intensa, potente, radiante......
Gracias por tu comentario y por tus palabras de ánimo.
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